Pregunta:”Usted pensaba
que el proceso se podría terminar con el magnicidio?”
Respuesta: “Yo creo que
nadie es indispensable, pero todos somos necesarios. Por supuesto, hubiera sido
un golpe muy duro para la Revolución Ciudadana mi desaparición física; pero,
esos son los grandes desafíos, esto no depende de una persona, esto tiene que
continuar; yo estaba seguro que si desaparecía físicamente, en ese momento iban
a salir miles de ciudadanos a tomar la
posta y no se iba a detener la Revolución Ciudadana; pero, obviamente hubiera
sido un golpe muy duro para el proceso”.
Rafael Correa
entrevista concedida a Ignacio Ramonet
director Le Monde Diplomatique.
En la mañana
del 30 septiembre de 2010 se
produjo un intento de golpe de Estado. Un grupo de
policías acuartelados en el Regimiento de Quito, el más importante del país se
amotinó en protesta por la “Ley de Servicio Cívico” sancionada en la
jornada previa y que modificaba algunos beneficios salariales de las fuerzas
policiales y otras fuerzas armadas del país. Al ser informado de los hechos que
se estaban desarrollando el Presidente
Correa acudió de inmediato al Regimiento antes dicho para intentar
dialogar con los sediciosos, pero fue agredido por los policías con gases
lacrimógenos, según relató el propio mandatario, desde el hospital policial,
hacia donde fue trasladado luego del ataque.